

Esp. Micaela Victoria Potes
Universidad de Flores (UFLO), Argentina. Lic. En Psicología. Profesora Superior en Psicología. Lic. En Educación con orientación en Formación de Formadores. Esp. En Docencia Universitaria. Doctoranda en Psicología
micaela.potes@uflouniversidad.edu.ar
Cita recomendada:
Potes, M. (2025). Los dink: ¿Modelo familiar emergente? Revista de Divulgación Crisis y Retos en la Familia y Pareja, 7(2), 33-37. https://doi.org/10.22402/j.rdcrfp.unam.7.2.2025.635.33-37
Resumen
A lo largo de la historia, la institución familiar ha atravesado múltiples y profundas transformaciones que ponen en cuestión la unicidad de su estructura. Desde una visión tradicional y hegemónica, la familia se halla conformada por padre, madre e hijos, producto de la unión. La procreación, fuertemente arraigada a la noción de familia, contrasta con la emergente y creciente presencia de parejas que deciden no tener hijos, y pone en evidencia que la definición de familia trasciende el criterio clásico de consanguinidad. El contexto sociocultural actual interpela a concebir a la familia desde una perspectiva pluralista que dé respuesta a nuevas realidades familiares. Ante este escenario, las familias dink se erigen como una tipología familiar del siglo XXI. El presente artículo tiene como objetivo describir las características de estas familias.
Palabras clave: Familia, Heterogeneidad Familiar, Dink.
La familia es un sistema abierto en constante transformación y en permanente evolución. Al ser una estructura de un sistema sociocultural, se encuentra multideterminada por el contexto, espacio y tiempo en el que transcurre. De modo que, en la medida en que la sociedad cambia, la familia también lo hace (Losada, 2015; Minuchin, 1983). Por tal motivo, el concepto de familia no puede ser reducido a una única definición.
Múltiples y profundas son las transformaciones que ha atravesado la familia a lo largo de la historia. Han cambiado sus rituales de conformación, su estructura, su tamaño, los modos de asumir las funciones de producción y reproducción, como así también la durabilidad de los vínculos conyugales y la distribución de las funciones por género (Bernal Vélez et al., 2023). Estas transformaciones ponen en cuestión la visión tradicional y hegemónica de la familia, heredada del período preindustrial y con una fuerte impronta del cristianismo, en donde el matrimonio resulta ser un elemento clave que legitima el vínculo, y la procreación, la función esencial de esta (Baena Vallejo et al., 2020).
El afecto, el respeto y la emocionalidad recíproca entre sus miembros son primordiales en el significado de familia, aún por sobre el parentesco. La consanguinidad, el matrimonio y la procreación ya no son criterios indispensables para conformar una familia, dando lugar a nuevas tipologías familiares (Baena Vallejo et al., 2020; Bernal Vélez et al., 2023). De este modo, la heterogeneidad familiar se constituye como el modelo convergente de familia de este siglo. Este constructo comprende diversos tipos de grupos familiares y atiende a variadas elecciones tales como el divorcio, el rematrimonio, el matrimonio entre personas del mismo sexo, entre otros (Losada, 2015).
En este contexto, las parejas sin hijos por elección se erigen como un modelo familiar emergente y creciente del siglo XXI (Bernal Vélez et al., 2023; Muñoz Catalán, 2019). En inglés existen dos significantes para referirse a los sujetos sin hijos: childfree,alude a quienes no los han tenido por elección; y childless, a quienes no han podido ya sea por problemas de infertilidad o de cualquier otra índole. También se suelen utilizar estos términos seguidos de la expresión by choice, para remarcar la intencionalidad en la decisión y la ausencia de deseo de descendencia.
En los años ‘80, dentro del ámbito del marketing, se acuñó el término dink para referirse a este tipo de parejas (Delgado Brull y Gómez Abeja, 2006). Y en los últimos años, se extendió al ámbito de la ciencias sociales y la psicología. El acrónimo inglés dink alude a “double/dual income, no kids”, que se traduce como “doble ingreso, sin hijos”. Se trata de un sistema familiar conformado por una pareja monógama, de orientación sexual indistinta, cuyo rito de unión resulta intrascendente, que aceptan el reto de convivir, donde ambos miembros aportan recursos económicos y optan por no tener descendencia.
Esta sigla se utiliza entonces para referirse a parejas jóvenes, estables, comúnmente de entre 25 y 45 años, que conviven, pudiendo estar o no casadas, donde ambos trabajan y deciden no tener hijos. En su mayoría, son sujetos que poseen estudios universitarios y/o terciarios, les gusta leer, aman la tecnología y suelen ser poco apegados a las tradiciones. Suelen pertenecer a estratos socioeconómicos medio-altos que les permiten gastar sus ingresos en restaurantes, bares, shoppings, eventos culturales, y sobre todo, en viajes. Un nivel cultural y un poder adquisitivo altos es lo que caracteriza a estas familias (Muñoz Catalán, 2019).
Asimismo, suelen ser sujetos autosuficientes, autónomos e independientes que tienen proyectos individuales más allá de los compartidos con la pareja. Tienden a enfocarse en su realización profesional y personal, en producir ingresos económicos y lograr cierto reconocimiento social, dando prioridad a satisfacciones personales, laborales, educativas y de consumo (Aguirre Restrepo et al., 2021; Bernal Vélez et al., 2021). Es por eso que los dink resultan ser un segmento atractivo para el marketing: debido a que poseen doble ingreso y no reparan en gastar en ocio y recreación (Delgado Brull y Gómez Abeja, 2006). También tienden a invertir gran parte de sus ingresos en ellos mismos: en el cuidado de su salud, de su imagen y de su alimentación (Muñoz Catalán, 2019).
Para estas parejas, los hijos suelen ser percibidos como una pérdida de libertad y autonomía, como un atentado a su tiempo y dinero (Aguirre Restrepo et al., 2021; Bernal Vélez, 2020), lo que desencadena en la incertidumbre de ser padres o no (Delgado Brull y Gómez Abeja, 2006). Es indudable que el nacimiento de un hijo modifica la estructura familiar, obliga a las parejas a asumir nuevas responsabilidades vinculadas a la crianza y al cuidado del nuevo miembro, y establece nuevas modalidades de interacción, lo que suele generar estrés y a veces conflictos (Minuchin y Fishman, 1984). Los dink no están dispuestos a desplazar sus deseos y metas individuales para tal fin. Por tal motivo, esta tipología familiar puede causar polémica, e incluso ser vista con disgusto y/o asombro en una sociedad donde la familia nuclear continúa siendo un modelo ideal (Bernal Vélez, 2020).
Estas parejas suelen ser víctimas de estigmatización social, suelen ser catalogados como egoístas. Sin embargo, el peor lugar lo enfrentan las mujeres, quienes tienden a ser tildadas de inhumanas e insensibles. Si bien es certero que los dink tienden a priorizar la estabilidad emocional, económica y/o académica, por encima del deseo de ser padres, aluden que se trata de un egoísmo sano dado que consideran que no es óptimo tener un hijo en un mundo permeado por la violencia, la desigualdad y la falta de oportunidades (Bernal Vélez et al., 2019). La percepción del contexto actual como desesperanzador, inhóspito e inseguro para la crianza de un hijo resulta ser clave en la decisión (Aguirre Restrepo et al., 2021). A su vez, el deterioro ambiental, la inestabilidad política y económica, la prevención de transmisión de enfermedades hereditarias familiares y el reflejo de experiencias personales vividas en su entorno más cercano, se encuentran también entre los motivos para no procrear (Bernal Vélez et al., 2023).
Para concluir, resulta menester señalar que, a pesar de las profundas transformaciones sociales que tuvieron lugar en las últimas décadas, la cultura continúa siendo predominantemente pronatalista. Esto contrasta marcadamente con la idea de no procrear, que describe el estilo de vida elegido por muchas parejas contemporáneas. Los dink constituyen una tipología familiar emergente de este siglo que pone de manifiesto que las estructuras familiares cambian al amparo del contexto socio-histórico-cultural en el que se hallan inmersas. La heterogeneidad familiar interpela a abordar la diversidad y complejidad relacional que caracteriza a las familias en la actualidad.
Referencias
Aguirre Restrepo, M., Benavides Galvis, K. M., Zapata Giraldo, L. V. y Gómez Santa, G. M. (2021). Terapia familiar y nuevas organizaciones familiares: parejas dinks y sus animales de compañía. En Moreno Roldán, M. R. y Bernal Vélez, I. C. (Comps.) Una década de investigación, comprensión y acompañamiento a las familias. Universidad Pontificia Bolivariana.
Baena Vallejo, G. A., García Quintero, C. S., Duque Restrepo, M. C. y Velásquez Muñoz, D. S. (2020). Perspectivas investigativas en torno a las parejas sin hijos y su relación con el concepto de “familia”: Un estado del arte. Interdisciplinaria, 37(2), 175-194. http://doi.org/10.16888/interd.2020.37.2.11
Bernal Vélez, I. C., García Villa, S., Tabares David, A. y David Salas, J. (2019). Sociedad de consumo, hedonismo y egoísmo sano en parejas dink – doble ingreso sin niños – en la ciudad de Medellín, Colombia. Latinoamericana de Estudios de Familia, 11(2), 157-170. https://doi.org/10.17151/rlef.2019.11.2.8
Bernal Vélez, I. C. (2020). Somos más que dos. En Múñoz Gómez, D. S. (Comp.) La persona: On-off. Desafíos de la familia en la cuarta revolución industrial. Universidad de La Sabana.
Bernal Vélez, I. C., Cano Mejía, M. I., Castaño Betancur, M., David Salas, J., Gómez Gil, M. P., Hoyos Pérez, M., Laverde Vélez, M., Mora Álvarez, J. A., Tabares David, A. y Valencia Barrientos, J. A. (2021). Pensando en dos: Parejas dinks, la opción de no tener hijos. Universidad Pontificia Bolivariana.
Bernal Vélez, . I. C., Rincón Puerta, M., Hurtado Quintero, S. y Chaparro Loaiza, L. (2023). Parejas poliamorosas, abiertas, Dinks, LAT, multiculturales, swinger como formas relacionales. Actualización teórica. Revista Virtual Universidad Católica Del Norte, (68), 316-354. https://doi.org/10.35575/rvucn.n68a13
Delgado Brull, M. T. y Gómez Abeja, D. (2006). «Dinkis»: marcando un nuevo estilo de vida. Comunicar, (27), 29-33. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=15802705
Losada, A. V. (2015). Familia y Psicología. Dunken.
Minuchin, S. (1983). Familias y terapia familiar. Gedisa.
Minuchin, S. y Fishman, C. H. (1984). Técnicas de terapia familiar. Paidós.
Muñoz Catalán, E. (4-19 de noviembre de 2019). Igualdad en los dinks como modelo familiar del siglo XXI [Resumen de presentación de la conferencia]. IV Congreso Internacional sobre Efectos de la Desigualdad Educativa y Empleos Juveniles Precarios. Universidad Autónoma de Tamaulipas, México. https://www.eumed.net/actas/19/desigualdad/index.html
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