¿CUÁL ES LA RELACIÓN ENTRE LOS ESTILOS PARENTALES Y LOS TIPOS DE APEGO EN NIÑOS?

Lic. María Gabriela Garró

Universidad de Flores (UFLO)

Correo electrónico: maria.garro@upc.edu.ar

Cita recomendada:

Garró, M. (2022). ¿Cuál es la relación entre los estilos parentales actuales y el apego en infantes? Revista de Divulgación Crisis y Retos en la Familia y Pareja, 4(1), 17-21. https://doi.org/10.22402/j.rdcrfp.unam.4.1.2022.441.17-21

Resumen

En el presente escrito se comparte los avances del proyecto de tesis doctoral de la autora, cuyo objetivo es analizar la relación entre los estilos parentales actuales y los diferentes tipos de apego que desarrollan los niños de 0 a 2 años que asisten al Servicio de Salud Mental del Hospital Pediátrico del Niño Jesús, de la provincia de Córdoba, Argentina. Para ello se evaluó una muestra de 120 díadas madres – hijos/as. La recolección de datos se realizó a través de entrevista y observación no participante, de 37 ítems preestablecidos por el método Q-sort de apego (técnica para analizar la distribución y la interrelación de actitudes individuales dentro de la evaluación de una situación dada por parte de un grupo de personas). Los resultados permiten concluir que el estilo parental predominante fue de tipo democrático, derivando en un apego seguro por parte de la mayoría del grupo de infantes estudiados; esta conclusión se obtiene de acuerdo a la descripción de los estilos comunicacionales y el estilo de sensibilidad materna.

Palabras clave: Infancia, Crianza, Vínculos.

Según Losada (2015) “la familia es una unidad social que aplica una serie de tareas inherentes al desarrollo de sus miembros. Las funciones familiares presentan objetivos internos relacionados con la protección psicosocial de sus integrantes y objetivos internos ligados a la adaptación de una cultura y la transmisión a sus miembros a través de procesos de enseñanza – aprendizaje” (p.9).

La familia representa el núcleo emocional de cualquier individuo, siendo cada uno de los actos que vive desde su niñez fundamentales para su conducta posterior en los diversos entornos que lo rodean.

Para entender a fondo el contexto de crianza de los infantes, existen esquemas de comportamiento, y las estrategias que los padres utilizan en las prácticas de crianza de sus hijos han sido denominadas estilos parentales. “La habilidad en la crianza de menores se postula como el conjunto de conductas emitidas por un individuo en un contexto interpersonal que expresa sus sentimientos, actitudes, deseos, opiniones o derechos de un modo adecuado a la situación, respetando esas conductas en los demás” (Losada y Porto, 2019, p 31).

 Por otra parte, una investigación de Richaud de Minzi (2005) supone que cualquiera que sea el contexto cultural en el que el individuo esté inserto, si el patrón del estilo parental es disfuncional, demasiado controlador o muy laxo, el sujeto tendrá un desarrollo emocional no apropiado y dificultades en sus relaciones.

El análisis de las relaciones interpersonales reconoce que el vínculo de apego entre el niño y su cuidador es central en el desarrollo, pues según sus características, serán posteriormente los vínculos con los demás.

El apego se define como cualquier comportamiento que realiza un individuo para generar proximidad con otro individuo diferenciado y preferido, que permanezca accesible y responda (Bowlby, 1976; 1983 – 1989; Marrone, 2001). De acuerdo con el grado de confianza o seguridad que provee el apego, se clasifica en: seguro cuando el apego permite al niño la separación para la exploración y el retorno a la base segura del cuidador para ser calmado y protegido; inseguro-evitativo cuando los niños evitan la cercanía con la madre, sin expresar signos de disgusto o de protesta al reencontrarse con ella; inseguro resistente-ambivalente cuando el niño reacciona con intensidad, busca el contacto, pero muestra pasividad o agresividad, sin calmarse fácilmente, demorando la conducta exploratoria y desorganizado-desorientado, que se caracteriza por la reacción confusa y desorientada del niño en el reencuentro con su cuidador.

Según la teoría del apego, las relaciones fundadas en un apego seguro favorecen la afectividad, la sensibilidad, la capacidad para establecer relaciones basadas en el apoyo y la flexibilidad (Marmo, 2014). En cambio, en el apego inseguro evitativo los niños parecen tener más interés en los objetos que en las personas; en el ambivalente tienen dificultad de regular las emociones y en el desorganizado predomina la incoherencia y el temor del niño ante las conductas imprevisibles y atemorizantes del cuidador.

En resumen, el patrón de apego, así como el estilo parental, son considerados factores protectores o de riesgo, en virtud de diversos determinantes, y por consiguiente aumentan o disminuyen la capacidad de los niños para enfrentar situaciones difíciles.

¿Qué se hizo?

La pregunta problema que guía la presente investigación, a saber, ¿cuál es la relación que existe entre los estilos parentales actuales y los diferentes tipos de apego que desarrollan los niños de 0 a 2 años de edad? Para ello se realizó un diseño cuantitativo y correlacional, proponiendo las siguientes hipótesis de investigación: Los infantes de hogares con estilo parental democrático son más responsables e independientes y, por ende, su apego sería de tipo seguro; y de igual modo, la segunda plantea que un infante con apego desorganizado tendrá reacciones confusionales asociadas al estilo parental permisivo.

En relación al análisis desarrollado acerca del tipo de apego predominante en la muestra de 40 diadas se procedió a la implementación del Attachment Behavior Q-Set, Versión 3.0 (AQS) desarrollado por Waters (1985). Este método se fundamenta en 4 dimensiones centrales: calidez de las interacciones con la madre (CIM), placer en el contacto físico con la madre (PCM), Interacción del niño con otros adultos (IOA), y búsqueda de proximidad con la madre (BPM).

En el caso particular de la presente investigación se trabajó con un total de 37 indicadores. Este criterio fue puesto a consideración Interjueces.

La evaluación de los indicadores se ejecutó a través de una escala de 1-9  (donde 1 – 2 es “altamente insensible”, 3 “insencible”,4 – 5 “inconsistentemente sensible”,6 – 7 “sensible”  8 -9 “altamente sensible”); como propone el método. Posteriormente, se inició la fase de análisis de los resultados obtenidos por la aplicación del método AQS.A partir de la determinación de la media de cada uno de los 37 ítems, se procedió a identificar los puntajes correspondientes al criterio de seguridad del método AQS. Finalmente, se derivó a aplicar la correlación de Pearson entre el puntaje del criterio de seguridad y las medias de cada uno de los ítems.

Uno de los objetivos específicos de esta investigación fue identificar los estilos parentales en niños de 0 a 2 años que asisten al Servicio de Mental del Hospital Pediátrico del Niño Jesús de la Provincia de Córdoba.

Los resultados obtenidos reflejan:

Cuando el estilo parental es democrático, se comprueba que los padres, madres o tutores se caracterizan por ser amorosos, demuestran afecto a través de expresiones verbales, como: cantos, cuentos, imágenes, comidas especificas; a través de expresiones no verbales, como. abrazos, caricias, enseñanzas nuevas, miradas de alegría y besos acompañados de palabras concretas de afecto. Consideran que enseñanzas como aprender a caminar, hablar, controlar esfínteres son demostraciones de afectos que conllevan un desarrollo saludable con actitudes positivas para un equilibrado crecimiento. Demuestran afecto. Se preocupan y transmiten valores como el respeto, amabilidad, solidaridad, amor, autocuidado, empatía, valor por la palabra, valor a la familia y a los afectos tempranos. Incentivan la comunicación y autonomía de sus hijos/as.

Cuando el estilo parental es permisivo sostienen que “no “mantiene comunicación con los/los infantes. Aunque si demuestran afectos; consideran que son demasiados pequeños para comprender palabras y gestos, por tanto, deben ser los padres quienes se expresen por ellos y tomen todo tipo de decisión sobre el niño/a. La transmisión de valores la postergan por considerar que es pronto para hacerlo. Respecto a la autoridad, manifiestan no ejercerla sosteniendo que la comunicación solo puede ser verbal y las sanciones congruentes a premios y castigos. Ofrecen sostén y protección indiscriminadamente sin dar lugar a las sensaciones y sentimientos de los infantes.

Cuando el estilo parental es autoritario; dos tipos de respuestas predominan: “no” demuestran afecto y/o no saben cómo hacerlo.

Expresan, “le damos afecto de padres” sin poder definir a que se refieren. La autoridad, se ubica en el adulto permitiendo o rechazando estados de ánimo o sentimientos de los infantes. La independencia está totalmente restringida. Castigan las conductas malas a través de “chirlos” o dejan a los pequeños en su habitación llorando sin control.

Cuando el estilo parental es negligente; respecto a si ofrecen afecto a sus pequeños, responden, no saber cómo hacerlo, son pocas veces las demostraciones de afecto, no saben cómo hacerlo y/o no sienten la necesidad de demostrarles afecto. La autoridad y comunicación la unificaron en “autoridad de padres y “la comunicación que haga falta”.

Estos resultados nos permiten determinar que el estilo parental que predomina es el democrático con elevadas exigencias y sensibilidad y el tipo de apego es seguro ofreciendo confianza básica en los infantes.

Es vital puntualizar que la labor de la presente investigación tuvo como premisa determinar el estilo parental más común en la muestra abordada, así como el tipo de apego manifestado por los menores, teniendo como hipótesis que aquellos infantes de hogares con estilo parental democrático desarrollan un apego seguro.

De esta manera, los padres con estilo parental democrático coinciden con infantes de apego seguro, permite al niño la separación para la exploración y el retorno a la base segura del cuidador para ser calmado y protegido.

Los padres/madres que manifestaron un estilo parental de crianza permisivo y autoritario coincidieron con infantes de apego inseguro – evitativo; son infantes que evitan la cercanía con la madre, sin expresar signos de disgusto o de protesta al reencontrarse con ella.

Los padres/cuidadores que demostraron un estilo parental negligente coinciden con infantes de apego desorganizado; los que se caracterizan por manifestar una reacción confusa y desorientada en el reencuentro con su cuidador.

Estos resultados permiten concluir que las hipótesis propuestas son válidas, ya que se identificó que el estilo parental predominante fue de tipo democrático, derivando en un apego seguro por parte de la mayoría del grupo de infantes estudiados.

Finalmente, se puede establecer que esta investigación supone un precedente en la institución en cuestión y en el área de la salud mental, debido a que se identificó una ausencia de antecedentes de este tipo dentro de la Ciudad de Córdoba.

Baumrind, D. (1966). Effects of authoritative parental control on child behavior. Child development. California, 37(4), 887-907. https://arowe.pbworks.com/f/baumrind_1966_parenting.pdf

Bowlby, J. (1976). La separación afectiva. Paidós.

Bowlby, J. (1983). La pérdida afectiva. Tristeza y depresión. Paidós.

Bowlby, J. (1989). Una base segura: Aplicaciones clínicas de una teoría del apego. Paidós

Losada, A. V (2015) Familia y Psicología. Dunken.

Losada, A.V. y Porto, M. (2019) Familia y Abuso Sexual. Neuronum, 5(2). https://mcursos.uflo.edu.ar

Maccoby, E. E., & Martin, J. A. (1983). Socialization in the context of the family: Parent-child interaction. Handbook of child psychology: formerly Carmichael’s Manual of child psychology, (4), 82-95. http://www.unife.edu.pe/publicaciones/revistas/psicologia/2014_2/165_Julieta_Marmo.pdf

Marmo, J. (2014) Estilos parentales y factores de riesgo asociados a la patología alimentaria parental. UNIFE: Avances en Psicología, 22(2), 165-178. http://www.unife.edu.pe/publicaciones/revistas/psicologia/2014_2/165_Julieta_Marmo.pdf

Marrone, M. (2001). La teoría del apego. Un enfoque actual. Madrid. Psimática.

Waters, E. & Deane, K.  (1985).  Defining and assessing individual differences in attachment relationships: Q-methodology and the organization of behavior in infancy and early childhood.  In I. Bretherton & E. Waters, Monographs of the Society for Research in Child Development, 50, (1-2). 41-65.http://www.psychology.sunysb.edu/attachment/online/waters_deane.pdf

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