Lic. Diana Karina Cervantes Navarro
Profesionista independiente
Psicóloga General, asesora en el área de la Educación Especial y Necesidades Educativas Especiales.
Contacto: kar.cervn69@gmail.com
Cita recomendada:
Cervantes, N. J. (2021). Retos en la formación de niñas, niños y adolescentes. Revista de Divulgación Crisis y Retos en la Familia y Pareja, 3(2), 28-33. https://doi.org/10.22402/j.redes.unam.3.2.2021.403.28-33
Resumen
La crianza de los hijos es un tema que no termina, pero se
actualiza, cambia, conforme el tiempo avanza, nos forma en base a las
necesidades y capacidades. La crianza es instruir, dirigir, educar, va más allá
de dar conceptos o instrucciones, es crear valores, actitudes y conductas.
Insistimos en que la paternidad tiene una importante función en el desarrollo
emocional, social e intelectual de los niños y adolescentes. Algunas de las
funciones que apuntan a ser padres de familia se han visto afectadas por los
escasos tiempos, la falta de contacto, las nuevas tecnologías, entre otros,
afectando el crecimiento y socialización, el ambiente afectivo, el apoyo para
el desarrollo, disminución de habilidades para la competencia, etcétera. Con
anterioridad eran menos las características de las familias, actualmente las
familias se han dividido en formas distintas, implicando mayores variantes de
estudio, así como, situaciones múltiples que crean retos en la crianza.
Palabras clave: crianza, tecnología, retos.
Introducción
Los tiempos cambian, la vida cambia, y nuestros
pensamientos con un poco de esfuerzo se van modificando. La formación de los
padres de familia en torno a la educación de sus hijos ha mantenido un cambio
radical, esto se debe al intercambio de información que se obtiene con
facilidad debido a la era de la tecnología. La forma de criar se ve afectada en
ambos polos, buena y mala, se tiene la oportunidad de visualizar como otras
familias se desarrollan, en las que se incluyen, diversas culturas y naciones.
Las familias con padres divorciados han incrementado,
causando inestabilidad emocional en los hijos, con el típico, entre semana con
mamá y fines de semana con papá, dejando dos bandos, cada uno a conveniencia
del hijo. A su vez, la baja estabilidad emocional que transporta estas
situaciones a los padres, permite un exceso de capricho de los hijos, exigiendo
cosas materiales, viajes costosos, estudios, etc.
Los padres solventadores de todos los gastos y encargados
de la mayoría de las actividades del hogar, crean un espacio cómodo en los
hijos, impidiendo una formación adecuada, los tratan como seres sensibles que
no pueden resolver problemas de la vida, afectando la seguridad de los retoños.
Pereira (1984) señalaba que la sociedad requiere de un
equilibrio permanente entre el amor y la autoridad, y entre la solidaridad y la
rivalidad, elementos que están presentes en cada uno de los miembros de la
familia; son elementos que cuando se descuidan o exageran, o cuando se
desconoce el papel que cada miembro de la familia desempeña, ocurren diversos
trastornos afectivos en los infantes.
La tecnología suele darnos una ilusión de compañía sin las
exigencias que supone la amistad presencial. Es posible crear relaciones
superfluas, frecuentes, pero poco profundas, en las cuáles el componente
emotivo es decididamente excluido o reducido al emoticón. El problema es que
los adolescentes se escondan tras una pantalla y no sepan relacionarse en la
vida real. Además, este tipo de relación puede tener para ellos, el atractivo
de llegar a ofrecer determinadas emociones placenteras que no encuentran
fácilmente en la vida real (Del Bario & Ruiz, 2014)
Justificación
No asumiremos una actitud correctiva o reivindicativa de
los padres o los hijos. Se requiere evidenciar una realidad que está cambiando,
para comprender las nuevas dinámicas relacionales de los padres, niños y
adolescentes, que están afrontando en un proceso de desarrollo.
La nueva forma de vida exige en su mayoría que mamá y papá
trabajen para solventar los gastos del hogar, educación y diversión, implicando
que los niños y adolescentes pasen menos tiempo con sus padres, más tiempo
acompañados de sus celulares, contribuyendo al ocio. El fin de semana se
convierte en momentos de descanso, dividiéndose en tiempo familiar y tiempo
individual para los padres, que hoy en día implica el salir de noche, viajar
con amigos, estar de fiesta, conocer a otras personas, entre otros, este último
elemento se despliega a causa de los padres, requiriendo su espacio por haber
trabajado demasiado tiempo. Asumiendo que, los padres de familia pasan muy poco
tiempo con los retoños y llenan ese vacío con caprichos materiales.
La familia como una institución decisiva y determinante en
el desarrollo del niño y la niña, por ser en ella donde se crean los primeros
vínculos, que serán decisivos en la manera como se vincula posteriormente con
sus pares y con el entorno social. Cuando el niño y el adolescente poseen
buenos referentes familiares, gozará posteriormente de mayor independencia y
libertad para tomar sus propias decisiones y realizar sus propios ideales y
metas (Moreno y Rojas, 1998, citado por, Moreno & Norma, 2013)
Los niños y adolescentes carecen de contacto con sus padres
y poca interacción social, incluyendo la forma de estudio por la pandemia, el
diálogo es poco, el afecto lo confunden con tenerles todo en casa, trastornan
la independencia con la falta de presencia, no cabe otra opción en lo niños y
jóvenes que valerse por sí mismos dentro de casa, en sus relaciones sociales y
escolares.
La familia ideal debería ser más dialogal, más flexible y
más afectuosa, mientras algunos adolescentes enfatizaron que algunas de las
experiencias traumáticas o de estrés que vivencian están asociadas a la falta
de diálogo entre los miembros de la familia, a la inflexibilidad del ambiente
social y a la falta de afecto (Moreno & Norma, 2013)
La facilidad y comodidad que tienen los niños y
adolescentes, los hace crearse a partir de vivencias materiales y banales,
privando su carácter para enfrentarse a situaciones, decisiones de gran
importancia de cambio en sus vidas. Estas faltas consiguen dificultades para tomas
de decisiones difíciles, que serán dramáticas para su vida. El descuido del afecto, el diálogo, el
tiempo, el compartir experiencias, por parte de los padres, está incrementando
la ansiedad a temprana edad en sus hijos, implantando inseguridad, posibles
depresiones intermitentes, un doble de esfuerzo para mantener interés en sus
objetivos.
Los autores Moreno & Norma (2013) afirman que la forma
como los padres orientan y se relacionan con sus hijos marca una serie de
tendencias que señalarán el camino del desarrollo del individuo, siendo las
responsables en gran medida de la estructuración de su personalidad.
Desarrollo
Nos encontramos ante una serie de desafíos que están
involucrados en la formación de los hijos, eso no vuelve inhábiles a los padres
de familia (hablando de familias en general), pero es posible reducir algunas
omisiones para fortalecer el desarrollo de los niños y jóvenes.
La familia es el determinante primario del destino de una
persona. Proporciona el tono psicológico, el primer entorno cultural; es el
criterio primario para establecer la posición social de una persona joven. La
familia, construida como está sobre genes compartidos, es también la
depositaria de los detalles culturales compartidos, y de la confianza mutua
(Bohannan,1996).
El tiempo es una herramienta que al día de hoy aún con
avances en torno a la equidad de género, las mujeres en el entorno familiar
tienen menos tiempo de ocio que un varón, son quienes dedican más tiempo al
cuidado de los hijos y el hogar, esto imposibilita que los padres coincidan en
espacios para convivir en familia, mientras tanto, se reduce el tiempo de
convivencia con los hijos, orillándolos a mantenerse más tiempo en redes
sociales. Betina & Cotini (2011) las habilidades sociales posibilitan la
resolución de problemas inmediatos y la disminución de problemas futuros en la
medida que el individuo respeta las conductas de los otros. Por otro lado,
tenemos a los padres divorciados, aun cuando el divorcio se lleva a cabo de una
forma tranquila y pacífica, existe un vacío en los retoños, saber qué hubiera
pasado si sus padres estuvieran juntos y si eso los haría sentir mejor, o en
una parte menos culpables, a pesar de que esa no sea la razón de la separación.
El rol de convivencia genera que se acoplen a ambas formas de vivir de los
padres, sin poder acoplarse a una forma propia de vivir.
Los vínculos afectivos son la expresión de la unión entre
padres e hijos, sus funciones van más allá de la mera socialización o
educación, implican la satisfacción de sus necesidades materiales, afectivas y
espirituales. El afecto es planteado como una necesidad, deriva una buena
autoestima, seguridad en sí mismo, manejo adecuado de las relaciones
interpersonales. Pérez & Arrázola (2013) señalan, el afecto es una de las
necesidades axiológicas esenciales para formar sujetos sanos emocionalmente, requiere
por tanto ser satisfecha mediante diversos satisfactores no medibles
económicamente, es decir, calidez, cuidado, amor, tiempo compartido, normas
convivenciales.
La rebeldía, la falta de personalidad por pertenecer a un
mundo de constante información, emanando todo y nada a la vez, no permite una
definición de la personalidad y carácter, mayor sensibilidad ante cualquier
tema, vidas idealizas, estos y más temas recaen en los retos actuales para la
formación de niños y adolescentes, no estamos aquí para describirlos, sino para
señalarlos.
Conclusiones
Al pasar tanto tiempo sumergidos en vidas ajenas (redes
sociales), reduciendo el contacto social, amistoso, familiar, conlleva a idealizar
lo que tienen los demás, tanto que en el mismo curso se cae en un ciclo de
confort, ocio, desperdicio de vida. No permitas discriminar el internet en su
totalidad, sus beneficios son increíbles, se ha convertido en una herramienta
de comunicación, difusión, conexión, para que ello funcione adecuadamente, se
requiere un control al impulso de permanecer colgados de esta red, formar un
equilibrio, para que te permitas sumergirte en otra especie de conexión con tus
habilidades, tu crecimiento personal, laboral, social, familiar, académico.
Las familias podrían organizar más actividades de interés
que les permitan compartir sus conocimientos, competencias, pensamientos,
creencias. Dicho esto, es más probable encontrarlo en juegos recreativos,
reuniones familiares, visitas a centros culturales, actividades físicas,
ocasionalmente viajes, les ayudará a conocer nuevas formas de vida, culturas,
tradiciones. Mantener la mente abierta a nuevas experiencias, les motiva a
crear nuevas formas de interpretar la vida.
La misma convivencia une, fortalece lazos, confianza, los
integrantes de la familia se vuelven más expresivos, a su vez, se forjan los
vínculos afectivos. Las relaciones interpersonales, son más sanas, y permiten
solucionar conflictos de manera más óptima.
El cambio de vida que está logrando una comodidad
constante, genera una domesticación humana, los hijos se vuelven menos
intuitivos, más débiles ante el enfrentamiento de sobrevivencia. Está facilidad
de tener todo en cuestión de un clic, requiere de menos esfuerzos, menos
razonamiento, pensamiento, lógica, fuerza, dedicación, y muchos más compuestos.
Se ha logrado volver al hombre menos capaz, sin la necesidad de utilizar el uso
de razón. El ser humano está perdiendo su naturaleza, su genética se está volviendo
artificial.
Fomentar medidas que permitan a los padres de familia
conectar con sus hijos más de lo que la tecnología conecta actualmente con
ellos, estar alerta de los cambios negativos que la misma tecnología pueda ir
generando, así como, ocasionando repercusiones en cada etapa del crecimiento.
Sin embargo, es posible tomar la otra cara de la moneda de este presente, para
que los padres se actualicen, se sumerjan un poco más en el uso de estas
herramientas tecnológicas, haciendo una práctica que permita el acercamiento a
sus retoños, y comprendan parte de lo que les llama la atención.
Referencias
Betina, L. &
Cotini, G. (2011). Las habilidades sociales en niños y adolescentes. Su
importancia en la prevención de trastornos psicopatológicos. Fundamentos en Humanidades, 23(12),
159-182. https://www.redalyc.org/pdf/184/18424417009.pdf
Bohannan, P. (1996). Para raros nosotros. Introducción a la
antropología cultural. Arial S. A.
Del Barrio, F. &
Ruiz, F. (2014). Los adolescentes y el uso de las redes sociales. International Journal of Developmental and Educational
Psychology 3(1),
571-576. https://www.redalyc.org/pdf/3498/349851785056.pdf
Moreno, C. & Norma,
D. (2013). Familias cambiantes, paternidad en crisis. Psicología desde el caribe
Pereira, M. (1984). Influencia de la vida familiar: La percepción
familiar del niño abandonado. Trillas.
Pérez, C. & Arrázola, E. (2013). Vínculo afectivo en la relación parento-filial como factor de calidad de vida. Tend. Ret, 18(1), 17-32. file:///C:/Users/Karina/Downloads/Dialnet-VinculoAfectivoEnLaRelacionParentofilialComoFactor-4929410.pdf
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