¿INFLUYEN LOS ESTILOS PARENTALES EN EL DESARROLLO DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL DE LOS NIÑOS?

Lic. Daniela Evangelina Corso
Universidad de Flores, Uflo.

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corsodaniela@hormail.com


Cita recomendada:

Corso, D. (2023). ¿Influyen los estilos parentales en el desarrollo de la inteligencia emocional de los niños? Revista de Divulgación Crisis y Retos en la Familia y Pareja, 5(2). 13-16. https://doi.org/10.22402/j.rdcrfp.unam.5.2.2023.527.13-16    


RESUMEN

El presente escrito pretende analizar cómo los estilos parentales influyen en el desarrollo de la inteligencia emocional de los niños. Para ello se realizó un análisis de diversos estudios actuales de autores expertos en el tema que evidenciaron que, de acuerdo al estilo educativo parental ejercido por los padres, los hijos expresan mayor o menor grado de inteligencia emocional manifestándose en la regulación emocional, niveles de autoestima, habilidades sociales, empatía, entre otras variables incidiendo en la calidad de vida, desarrollo personal, social y emocional. Los resultados indican que tener un estilo parental que considera a los niños y favorece el desarrollo de habilidades emocionales y despliega la inteligencia emocional es el estilo parental democrático. por su parte, los estilos parentales permisivo, autoritario y negligente, por sus formas de crianza, obstaculizan el desarrollo de este tipo de Inteligencia.Palaras clave: estilos parentales, inteligencia emocional, familia.

FAMILIA

La familia es el ámbito de crianza más importante en los primeros años de la vida de un niño. Aquí se aprenden las habilidades y hábitos fundamentales que posibilitaran que los hijos ganen autonomía y adquieran las conductas clave para desarrollarse en la vida. Si bien los padres o adultos responsables son importante en la vida de los niños, no aprenden solamente de ellos ya que se considera que la educación no es algo que los padres hagan por su cuenta a los hijos, sino que padre y niños se funden y hacen conjuntamente (Rich, 2002 como se cita en Torio et al., 2008).

Entre diversas acepciones, la Real Academia Española (2022) define a la familia como un grupo de individuos que están emparentados entre sí, que conviven, y que interactúan entre los distintos miembros, tanto ascendientes, descendientes, colaterales y afines. Se incluyen también los lazos consanguíneos y los hijos adoptivos.

Izzedin y Pachajoa (2009) exponen que la crianza se compone de tres procesos psicosociales para su comprensión y análisis: las pautas de crianza, las prácticas de crianza y las creencias acerca de la crianza. Las pautas, se relacionan con las normas que desarrollan los padres respecto del comportamiento de los hijos, y están en concordancia con cada contexto cultural y social. Las prácticas de crianza, se ubican en el contexto de las relaciones familiares en donde los padres tienen un rol significativo en la educación de los hijos. Son formas de comportamiento que los padres aprendieron por su propia experiencia y de esta manera guían los comportamientos de los hijos. Las creencias por su parte, refieren a las ideas y conocimiento de cómo criar a un niño. Es decir, son las certezas que los miembros de una familia comparten brindando el fundamento del estilo de crianza.

Los ámbitos familiares y el entrecruzamiento de relaciones íntimas facilitan conductas que pueden fructíferar positivamente o bien malograrse penosamente. Es por ello que la tarea parental en el momento de la sociedad actual, no es sencilla. Cumplir funciones de crianza requiere de destrezas específicas que surgen continuamente en cada contexto social (Torio et al., 2008). Marmo (2022) agrega que la forma adecuada en que los niños son sostenidos en el sistema familiar permitirá el desarrollo del niño como ser integral.

Estilos Parentales

Diversos autores definen a los estilos parentales como la tendencia persistente en el tiempo de manifestar determinados patrones de actuación y las consecuencias que estas actitudes tendrán sobre la propia relación paterno-filial. Dichos estilos evidencian la influencia que los patrones relacionales ejercen sobre el desarrollo psicosocial de los hijos (Musitu y Garcia, 2001 como se citan en Martinez et al, 2013).

Los trabajos de Diana Baumnrind (1966, 1971, 1978, 1991) marcaron un hito en el desarrollo de investigaciones de la temática de los Estilos Educativos Parentales según expresan varios autores. Sus trabajos pretendían identificar si determinadas características de estilos de crianza incidían en el desarrollo de cualidades del niño. En sus trabajos se determinó que existen tres Estilos Parentales distintos: Democrático Autoritario, y Permisivo. Estos estilos están basados en el grado de control que los padres manifiestan a sus hijos (Clerici et al., 2010; Franco et al., 2014 como se citan en Jorge y González, 2017).

El estilo autoritativo o democrático se caracteriza por manifestaciones de afecto, la promoción de la conducta deseable, se promueve el intercambio y se permite la comunicación. Hay empatía y flexibilidad. Por su parte, el estilo autoritario, se caracteriza por aquellos padres que imponen normas rígidas, el control es estricto, utilizan el castigo y la comunicación es unidireccional y el afecto se encuentra restringido. En el Estilo permisivo se ejerce poco control, prima la falta de límites, y no hay exigencias altas. Sin embargo, el nivel comunicacional es bueno y se manifiesta el afecto (Losada et al., 2019).

Posteriormente Maccoby y Martin en el año 1983 agregan una nueva dimensión a las propuestas por Baumrind, logrando un modelo basado en dos dimensiones. Por una parte, el afecto – comunicación y, por otro lado, el control – exigencia. A raíz de esta nueva dimensión, surge un nuevo estilo parental llamado negligente (Torio et al., 2008). Este estilo presentado, se caracteriza por la indiferencia, la poca exigencia y escasos niveles de comunicación y expresiones afecto (Losada et al., 2019).

Inteligencia Emocional

La Inteligencia Emocional se caracteriza por ser un conjunto de variables  de la personalidad, perspectivas motivacionales, habilidades socioemocionales y diferentes competencias cognitivas que posibilitan que la persona pueda reconocer sus propias emociones como así también las de las demás permitiendo desarrollarse tanto de manera intrapersonal como interpersonal. A su vez, las personas emocionalmente inteligentes logran expresarse de manera adecuada, resuelven situaciones conflictivas exitosamente, tienen una mirada optimista de las situaciones y se adaptan naturalmente a los cambios.

En el año 1995 Goleman presentó su modelo teórico relacionado con el constructo Inteligencia Emocional que permitió que este concepto se divulgara y popularizara. Para este autor, esta variable  hace referencia a la capacidad de conocer las propias emociones y poder manejarlas adecuadamente, tener capacidad de automotivación, reconocer las emociones de otras personas y poder relacionarse con los demás (Lugo, 2019).

Conclusiones

Considerando el objetivo de este trabajo, se puede decir que los estilos parentales influyen den el desarrollo de la inteligencia emocional de los niños. El clima familiar repercute directamente en el desarrollo emocional infantil ya que las acciones parentales utilizadas en la crianza de los hijos, se transforman en prácticas formativas que permiten el desenvolvimiento habilidades socioemocionales de los niños o bien, lo obstruyen.

 El estilo parental autoritario se caracteriza por la comunicación unidireccional por parte de los padres y baja muestra de afectividad. A su vez se expresan normas rígidas y sostenidas, generando en los niños sentimientos de inseguridad, sumisión por cumplimiento de reglas y bajo nivel de estrategias de afrontamiento ya que no se enseñan pautas para enfrentar los obstáculos. En el estilo parental permisivo los padres ejercen bajo control, ofreciendo libertad sin reglas, la comunicación es buena y existen manifestaciones de afecto. Los niños criados bajo este modelo, si bien pueden ser niños alegres, tienen conductas impulsivas por lo que carecen de autocontrol emocional y pueden tener dificultades para mantener relaciones sociales y a su vez, no responder a las normas establecidas. En Estilo Parental negligente expresiones tales como el afecto, el control y la comunicación son nulas por lo que los hijos crecen sin desarrollar las emociones positivas, tienden a manifestar rencor hacia sus padres y el entorno, son solitarios, su nivel de autoestima es bajo y tienden a tener dificultades en las áreas en las que intentan involucrarse. Por último, el estilo parental democrático se caracteriza por un grado adecuado de control, comunicación bidireccional y afecto sin condiciones generando en los hijos el desarrollo de la autonomía, buena autoestima, manejo de habilidades sociales, desarrollo de estrategias de afrontamiento y recursos para adaptarse a diferentes situaciones.

Por lo antedicho, se considera que el estilo de crianza más apropiado para el desarrollo de la inteligencia emocional es el estilo democrático. Los padres que crían a sus hijos bajo este modelo, fomentan la comunicación asertiva y bidireccional, establecen un control adecuado y son amorosos con sus hijos, funcionando estas expresiones como factor protector del desarrollo de la Inteligencia Emocional. Estas variables permiten que los niños puedan autorregularse, construir estrategias de afrontamiento, identificar sus emociones y las del entorno, lograr la autonomía e independencia y adaptarse a los distintos escenarios que se le presenten en la vida. 

Referencias

Baumrind, D. (1966). Effects of Authoritative Parental Control On Child Behavior. Child Development, 37(4), 887-907. https://doi.org/10.1177/0044118X7800900302 

Izzedin, R. y Pachajoa, A. (2009). Pautas, prácticas y creencias acerca de crianza… ayer y hoy. Liberabit, 15(2), 109-115. http://www.scielo.org.pe/scielo.php?pid=S172948272009000200005&script=sci_arttext

Jorge, E., y González, M. C. (2017). Estilos de crianza parental: una revisión teórica. Informes psicológicos, 17(2), 39-66. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=7044268

Losada, A., Caronello, M., y Estévez, P. (2019). Estilos parentales y autorregulación emocional infantil: estudio de revisión narrativa de la literatura. Redes. Revista de Psicoterapia Relacional e Intervenciones Sociales. 11-28. http://redesdigital.com.mx/index.php/ries/article/view/286/0 

Lugo, A. (2019). La inteligencia emocional: Exposición teórica de los modelos fundantes. Revista seres y saberes, (6). http://revistas.ut.edu.co/index.php/SyS/article/view/1816

Marmo, J. (2022). ¿Es posible el estrés en la infancia? Revista de Divulgación Crisis y Retos en la Familia y Pareja, 4(1), 22-27. https://doi.org/10.22402/j.rdcrfp.unam.4.1.2022.441.17-21

Real Academia Española. (2022). Diccionario de la lengua española. http://www.rae.es/rae.html

Torio, S., Peña, J. y Rodríguez, M.C. (2008). Estilos educativos parentales. Revisión bibliográfica y reformulación teórica. Teoría de la Educación,  20, 151-178. https://gredos.usal.es/handle/10366/71805

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